El largo luto por la monarca Isabel II continúa dando que hablar porque, más allá de la importancia de los actos oficiales, los miembros de la casa real son el foco de atención del periodismo, las redes sociales y los miles de seguidores de la familia. Es difícil que cada gesto, palabra o error pasen por alto frente a un estricto protocolo y millones de ojos observándoles.