Cuando Yalan recibió el premio, compartió su deseo de continuar promoviendo la cultura de la ópera y aprovechó la oportunidad para agradecer a su mentora Yang Lihua, una veterana intérprete de ópera taiwanesa, considerada un «tesoro nacional viviente».
«Todos los pequeños logros que tengo hoy me los dio ella. Ella me enseñó cómo ser un [good] persona, cómo actuar y cómo asumir roles masculinos. Este premio debería ser suyo, Yang Lihua siempre será el Mejor actor principal en mi corazón».