Hace solo un par de días, Adamari López fue duramente criticada en redes sociales por comentar -de forma muy graciosa- en el programa ‘Hoy Día’, los atributos de Tom Brady, quien posó en calzoncillos en sus redes sociales y ha obtenido casi 35 millones de likes en Twitter. Le reprocharon, entre otras cosas, que cómo era capaz de dar tan mal ejemplo a su hija.
Asimismo, Itatí Cantoral lució su espectacular figura en traje de baño y, como era de esperarse, su destino fue el mismo: le llovieron señalamientos porque era demasiado sensual y provocadora. La foto es excelente, en un blanco y negro platinado, su figura perfecta, y aún así los comentarios inapropiados no faltan y van desde la crítica por su edad -tiene 47- hasta los cuestionamientos por mostrar su cuerpo siendo madre de tres.
Parece mentira que aún en el siglo XXI se cuestione la capacidad de una mujer para ser madre, esposa, profesional o cualquier otro rol que tenga, por su apariencia. No hay un paso correcto posible, sin críticas, sin cuestionamientos.
Hace apenas unos días, la comediante Michelle Rodríguez fue crucificada por aparecer en la portada de una revista ser una persona gorda. Madonna aún está siendo objeto de duras críticas por su aparienciaporque se opera o porque ya es mayor.
Pero si eres hermosa, delgada, elegante, entonces también puedes ser objeto de críticas e irrespeto, por ejemplo, de tus colegas, quienes en lugar de escuchar lo que tienes que decir, hablan entre ellos sobre lo sexy que eres, como le sucedió a la ex Miss Whitney Sharpe.
A todo esto se suma la maternidad. Que en lugar de ser una experiencia nutritiva, en la que experimenta una forma inimaginable de amor, pareciera que debe ser una carga que te anule como mujer, como ser sensual, con deseos, y con la expresión natural de la sexualidad. Debes ser estrictamente recatada, discreta, callada, trabajar en casa, también en tu profesión, por supuesto, y dedicar tu vida entera a educar a los niños, que en la primera que te vean en traje de baño van a pensar mal de tí, y se irán por el mal camino por tu falta de valores.
Nos exigen que seamos santas
La orientadora en sexología, coach y activista Nermary Yibirínautora del libro poderosas tiene una explicación y dice que es prácticamente imposible que las mujeres manifiesten su sexualidad y su ser sensual sin ser juzgadas, sea por su pareja, por sus amigas, por desconocidos y si es una figura pública será juzgada masivamente.
La razón se adentra en la historia. Sí, y también en la religión. “Lo principal es revisar cómo se ha hecho sentir a la mujer históricamente, y cuál ha sido y sigue siendo la influencia del patriarcado”, dice y agrega algo que resulta sorprendente por lo cierto y poco evidente que es para la mayoría: desde siempre se han establecido para la mujer parámetros de la santidad como el mayor valor en la sociedad.
«Si no eres santa, entonces eres una sinvergüenza. Las santas son abnegadas con sus hijos, sacrifican todo por su familia, son recatadas, complacen al marido todo lo posible. Mientras que la mujer que se muestra porque simplemente le gusta como se ve, la mujer que pide un orgasmo, que está en control de su sexualidad y la disfruta, que habla sin tapujos del tema, o que le gusta ser seductora se considera una sinvergüenza , porque simplemente el placer está asociado con la falta de valores y de dignidad». Así lo han dictado los parámetros machistas que han sido los conductores de la sociedad en general y es por eso que resulta muy difícil, por no decir imposible que deje de existir el estigma del juicio.
Siempre existe un abanico de juicios disponibles para la mujer: sea por su edad, por cómo luce, porque tiene una pareja más joven, o porque se vio con alguien muy mayor, como el caso de Nadia Ferreira con Marc Anthony; y por supuesto también por lo que significa -o debe significar- el placer. Las referencias culturales en el tiempo muestran que la mujer solo es feliz y está plena cuando está casada y tiene hijos. Si es recatada, mejor, mientras que las brujas o las villanas suelen ser sensuales.
Testimonios de madres reales
Aunque las cosas están cambiando progresivamente y lentamente, hay que insistir y unirse en el mensaje de que está bien ser como queremos ser, está bien sentir placer, y está bien expresarnos como mujeres sensuales si así lo queremos y si nos sentimos un gusto. Gracias hay cada vez más apertura y se va normalizando la idea de que no tenemos que anularnos por ser madres y que seguimos siendo mujeres en toda su definición. Basta de juzgar a otros por las apariencias y por códigos machistas.
Así lo revisamos con algunas lectoras hispanas, madres todas, de hijos de distintas edades, que dan su opinión al respecto.
«La sociedad te obliga, por el hecho de ser madre, a cerrarte la blusa, a evitar temas de sexualidad delante de los niños, pero el fondo del asunto es la comunicación que tienes con tus hijos en la casa. Todo comienza con nosotros mismos : si les enseñas que además de su madre, eres un individuo, eres un ser humano, y eres mujer, no debe haber ningún problema. Lo que digan los demás no debería importar, si inculcas en tus hijos el mensaje adecuado, la transparencia y la honestidad. Ese papel de la madre inmaculada ya está superado en el tiempo»: Lorena M., Colombia. Madre de uno.
«Desde el momento en que nace tu hijo, la sociedad asume que por ser madre ya no eres mujer, no tienes intereses, no tienes derecho a tener tiempo para ti y debes comportarte según el modelo de madre ideal que cada quien tiene en su cabeza Pues no. La maternidad no te anula, sino que te suma, te complementa, te reinventa. Antes que madres, seguimos siendo humanos y eso incluye disfrutar de nuestra sexualidad, sentirnos sensuales y disfrutar de las cosas que siempre hemos disfrutado»: Daniela I., Venezuela. Madre de uno.
«Creo que todo ese prejuicio está muy enlazado con la crianza religiosa, nos inculcaron intensamente todo lo relacionado con el sexo como algo malo, pero en realidad son dos cosas completamente diferentes, ser madre y vivir nuestra sexualidad como la queramos vivir. Podemos hacer lo que nos haga sentir bien y no ser juzgadas como malas personas por ello»: Carla L., España. Madre de tres.
Si eso es así, entonces que digan que soy la peor madre, porque me encanta sentirme seductora y ser madre no me limita como mujerLeticia F., Venezuela. Madre de una.
«Obviamente no vas a estar enseñando todo si no eres así. Pero que puedas ser como te guste y que te cuides no tiene nada que ver con ser mamá. Debe haber confianza dentro de la familia para hablar sin tapujos con tus hijos sobre esos temas . Y creo que incluso a nuestros hijos les gusta que nos arreglemos, que usemos un traje de baño espectacular y que nos sintamos bien. Ser mamá no es lucir anticuada»: Lourdes C., Estados Unidos. Madre de cuatro.
«Nunca he dejado que mi rol como mamá se imponga frente a mi rol como mujer. Creo que puedes ejercer ambos sin descuidar ninguno, porque si eso sucede, entonces entrarían en juego las frustraciones personales, las inconformidades con una misma. Esto no tiene sentido. No me muestro sexy en las redes y en ninguna parte, no por el hecho de tener hijos sino porque simplemente no es mi forma de ser»: Mariana H., Estados Unidos. Madre de dos.
«Hoy en día con las redes sociales, muchas mujeres tratan de ser parte de ese universo, y publican una foto sexy, y eso no las hace malas madres. Y así como aún hay madres que pueden llevar una vida escondiendo sus sentimientos y deseos, también hay las que incluso pueden vivir de ser sensuales y sus propios hijos no las juzgan»: Geraldine S., Estados Unidos. Madre de una.
La maternidad no te roba tu feminidad ni el derecho a ser atractiva y sexy. Ser madre no te hace perder la capacidad de tener deseos y expresarlos.Fabiola B. Panamá. Madre de dos.
“Es un tema complicado porque muchas veces somos las mismas mujeres las que juzgamos a otras por como van vestidas, o como lucen. De pronto si las vemos muy sexy, dudamos de su integridad, porque así fueron nuestras madres y abuelas. Afortunadamente, muchas tomamos el control y nos damos cuenta de que una cosa no tiene nada que ver con la otra”: Maureen M., Paraguay, madre de dos.
“Ser sexy o sensual y expresarlo siendo madre no tiene nada de malo ni hay porque juzgarlo, lo malo es cuando se expresa de una manera vulgar”: María D., México.
¿Y tú? ¿Qué opinas? Discútelo con tus amigas, explora sus opiniones, defiende la libertad de ser mujer, ser madre y lucir como quieras sin ser juzgada.
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