A veces es mejor para dejarlo mientras estás adelante, especialmente cuando se trata de crear secuelas para películas casi perfectas. Aparentemente, Disney está ignorando esta advertencia y avanzando con un Extraño Viernes seguimiento, pero la compañía confía en sus dos armas secretas: Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan, quienes se espera que regresen a sus roles como Anna y Tess Coleman, respectivamente, después de 20 años.
Una secuela está oficialmente en desarrollo, según El reportero de Hollywoodcon un guión actualmente en proceso.
En una entrevista reciente con el New York TimesCurtis reveló que llamó a Disney justo después de completar su gira de prensa para Termina Halloweendurante el cual se le preguntó repetidamente sobre la posibilidad de una Extraño Viernes secuela realmente sucediendo. “Algo realmente tocó una fibra sensible”, dijo. “Cuando regresé, llamé a mis amigos de Disney y les dije: ‘Se siente como si hubiera una película por hacer’”.
Lohan agregó: “Jamie y yo estamos abiertos a eso, así que lo dejamos en las manos. Solo haríamos algo que la gente adoraría absolutamente”.
Extraño Viernes, estrenada en 2003, se basó en la novela homónima de Mary Rodgers de 1972 y ya había sido adaptada dos veces antes de que Curtis y Lohan asumieran los papeles de madre e hija. La adaptación de 1976 fue protagonizada por Barbara Harris y Jodie Foster, y la versión de 1995 fue protagonizada por Shelley Long y Gaby Hoffman.
La secuela, sin embargo, realmente no tendrá ningún material de origen más allá de la novela original y las películas posteriores. Elyse Hollander escribirá el guión de Viernes extraño 2.
En octubre pasado, Curtis dijo Piedra rodante sobre la razón por la cual Extraño Viernes ha seguido resonando entre audiencias jóvenes y mayores desde su lanzamiento. “Porque todos luchan con ese enigma de la edad adulta y la juventud. Todos juzgamos a ambos lados con mucha dureza. Es ese viejo adagio de ‘Camina una milla en mis zapatos’”, dijo. “Freaky Friday es uno de esos grandes ejemplos de que estás desafiando a alguien porque te hace enojar por sus limitaciones. Y luego te pones en sus zapatos y reconoces que, de hecho, todas esas restricciones están ahí por una razón”.