El 20 de enero, Kanon Aoki subió un vídeo a su canal personal. En el vídeo, acusó a un ejecutivo de Fuji TV de hacer comentarios de acoso sexual y exigir besos.
Recordando sus experiencias, Aoki declaró: “(El ejecutivo de Fuji TV) trató el acoso sexual hacia las mujeres como algo rutinario. Me resistí una vez, pero después de que me acercaran persistentemente durante 2 o 3 semanas, me encontré en una situación en la que no podía negarme.«Ella reveló además:»Me mostraba fotos inapropiadas de él mismo con celebridades femeninas famosas para hacer alarde de su poder. A medida que aumentaron las demandas de besos y caricias inapropiadas, comencé a perder mi estabilidad mental.“
Si bien se abstuvo de revelar el nombre del perpetrador en el video, Aoki explicó que se debía a preocupaciones por su seguridad personal y pidió comprensión. Añadió que su propósito al hablar era exponer las realidades distorsionadas dentro de la industria.
Esta no es la primera vez que Fuji TV enfrenta acusaciones de mala conducta. Antes de las revelaciones de Aoki, las acusaciones de favores sexuales forzados dentro de Fuji TV ya habían causado revuelo. El 16 de enero, el medio de comunicación japonés Shukan Bunshun informó que una locutora de Fuji TV había evitado por poco ser obligada a ofrecer favores sexuales a una celebridad.
Según el informe, la locutora reveló: “A través del Director de Programación A, casi me vi obligado a brindar favores sexuales a una celebridad masculina.Se suponía que la celebridad en cuestión era Nakai Masahiro, una figura prominente del entretenimiento japonés, lo que provocó una conmoción generalizada.
Las consecuencias de estas acusaciones han sido graves. El 20 de enero, Fuji TV enfrentó un boicot publicitario por parte de más de 15 empresas, incluidas Toyota, Nissan y Seven & I Holdings.