El beso de Donald Trump quedó en intento de aproximación frustrado antes de alcanzar la mejilla de su esposa convenientemente protegida por el elegante, aunque poco favorecedor, sombrero de ala ancha que le servía de parapeto.
La primera dama, según pudimos ver en la retrasmisión en directo de la toma de posesión de su marido, era la única que cubría su cabeza en la…