‘Corazón de fuego’ es una película sorprendente. O al menos lo ha sido para m, que ni haba ledo la sinopsis ni haba visto su triler. Tena slo la impresin que transmite, su apariencia para todos los pblicos y el hecho de ser una pelcula de animacin. Su por otro lado estupendo prólogo parece «confirmar las sospechas»: La típica producción para todos los públicos sobre «romper el techo de cristal». Pero no, después de dicho prólogo una escena que parece más propia de ‘Cazafantasmas’ sumerge a la pelcula en una dinámica relativa distinta a lo esperado. Ya lo habitual.
Relativamente, por supuesto. Porque ‘Fireheart’ no busca romper el molde pero tampoco cuenta una historia común de manera rutinaria. No es para entendernos, el típico producto convencional y acomodado. Transmite pasión, interés e inquietud por contar una historia, tirando a sencilla pero de manera lo más efectiva y dinámica posible. De manera que resulte atractiva, tanto para los menores como para los mayores, siendo respetuosa con las convenciones del gnero al tiempo que le mete un meneo para que brille como si fuera un nuevo, y estuviera recin desprecintado.
La luminosa viveza de sus colores, el diseño estilizado de una Nueva York de ensueo o la vibrante energa de su puesta en escena la dotan de una electrizante personalidad, siendo una produccin cercana a la hiperactividad, dicho sea en el buen sentido: El de sentirnos casi intimidados por su insolente arrojo y bravura. Sin alejarse de las líneas maestras que pueden servir de línea de vida, ‘Fireheart’ es un trepidante relato que funciona mejor como cinta de aventuras que como comedia, muy resuelta a la hora de manejar sus distintos elementos con decidido entusiasmo.
Una obra contundente en su ligereza y pragmatismo, tan bien planteada como resuelta con tanta alegría y eficacia. Todo ello sin grandes complicaciones y respaldado por un acabado técnico que al igual que producciones como ‘Mortadelo y Filemn contra Jimmy el Cachondo’, sorprende por la gozosa y generosa plasticidad de lo que en un primer momento puede parecer un remedio barato de cualquier producción de Illumination, pero que a base de tesn y emocin acaba por desarmar nuestro cinismo y mostrarse de una belleza que nos duele haber menospreciado.
Casi tanto como que los «minions» lo peten en las salas de cine mientras que producciones como esta ‘Fireheart’ parecen relegadas a ese rincn al fondo del armario donde hasta los adultos necesitan de una escalera para llegar.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex