El mundo se vio paralizado el 25 de junio de 2009, cuando los medios de comunicación anunciaron la muerte de Michael Jackson, la estrella más grande del pop. Y a partir de ahí, las polémicas sobre su vida personal comenzaron a tomar estado público.
El artista falleció en su casa de Los Angeles por un ataque cardíaco a causa de una intoxicación aguda de propofol y benzodiazepina y por la cual su médico personal afrontó durante mucho tiempo una acusación de homicidio.