Un vaso de whisky o vino puede ser la copa perfecta para dormir, pero como ocurre con todos los tipos de alcohol, puede tener un efecto adverso en la piel.
¿Por qué? En resumen, el alcohol de cualquier tipo provoca deshidratación, lo que dejará la piel con un aspecto seco y sin brillo. También actúa como vasodilatador, lo que puede sobredilatar los vasos sanguíneos y hacer que la cara luzca enrojecida e hinchada. El consumo frecuente de alcohol también puede afectar la capacidad del cuerpo para reparar y regenerar las células de la piel, lo que a su vez provoca envejecimiento prematuro y arrugas.
Lo más importante es que el alcohol es una hepatotoxina, lo que significa que daña específicamente el hígado, el órgano profundamente conectado con el funcionamiento rutinario de la piel. Entonces, si su hígado se ve afectado, sus efectos se manifestarán en su piel.
“El alcohol no sólo afecta al hígado; Es uno de los mayores enemigos de la piel. Deshidrata las células, agota los nutrientes vitales y desencadena inflamación, lo que provoca opacidad, poros dilatados y envejecimiento acelerado”, dice Sonali Kohli, MD, dermatóloga consultora del Sir HN Reliance Foundation Hospital.
“Cada vaso de alcohol también reduce la vitamina A, un nutriente crucial para la renovación de la piel y la producción de colágeno. La hinchazón del día siguiente no se debe sólo a la falta de sueño; El alcohol hace que los vasos sanguíneos se dilaten, creando esa apariencia de hinchazón y rubor revelador”, continúa el Dr. Kohli.
En resumen, consumir whisky, vodka, ron, cerveza, vino u otras bebidas espirituosas puede afectar la salud de su piel. A continuación, vea seis formas en que puede dañar su piel, así como algunas medidas preventivas que puede tomar para evitar el riesgo de daños a largo plazo.
Cómo el alcohol podría estar dañando tu piel
1. Puede provocar arrugas.
El alcohol como el whisky, el vodka y la cerveza es diurético, lo que significa que aumenta la micción y, por lo tanto, te deshidrata. Cuanto más deshidratado estás, más hosca y seca parece tu piel; incluso se vuelve propenso a las arrugas y otras líneas finas. Además, beber en exceso provoca la degradación del colágeno y la elastina de la piel, proteínas responsables de su elasticidad y firmeza. Esto también puede ser responsable del desarrollo de arrugas y flacidez.
2. Puede provocar ojeras.
¿Alguna vez te has despertado con los ojos de un mapache después de una noche bebiendo en exceso? Esto se debe a que se sabe que las bolsas moradas, más comúnmente conocidas como ojeras, se desarrollan debajo de los ojos como resultado de la deshidratación y la inflamación causadas por el consumo excesivo de alcohol. Beber en exceso también puede afectar la calidad del sueño, siendo otra causa de las ojeras.
3. Puede contribuir al enrojecimiento y la hinchazón.
El alcohol es un vasodilatador que hace que los vasos sanguíneos se expandan y puede provocar un enrojecimiento temporal de la piel (especialmente en la cara). Beber en exceso puede provocar una sobredilatación de estas venas y exacerbar afecciones como la rosácea, un trastorno de la piel que se caracteriza por un enrojecimiento persistente.
4. Puede provocar brotes.
Los altos niveles de azúcar en ciertos cócteles puede causar picos en los niveles de insulina, lo que a su vez puede aumentar la producción de grasa en el cuerpo y provocar la obstrucción de los poros, aumentando así el riesgo de tener brotes como el acné.
5. Puede desencadenar brotes de ciertos trastornos de la piel.
El alcohol representa un alto riesgo para la piel de personas con afecciones como acné, eczema o psoriasis. Beber en exceso puede empeorar los síntomas de cada uno y provocar brotes debido a la inflamación.
6. Puede causar embotamiento.
Como mencionó anteriormente el Dr. Kohli, cada vaso de alcohol reduce la vitamina A, que es un nutriente crucial para la renovación de la piel y la producción de colágeno. También puede interferir con la absorción de otros nutrientes esenciales como las vitaminas C y E. La deficiencia de estas vitaminas puede provocar un tono de piel apagado y desigual y una regeneración más lenta de la piel.
Cómo prevenir el daño cutáneo inducido por el alcohol
1. Siga la regla 1:1.
«Si bien la mejor manera de prevenir el daño cutáneo relacionado con el alcohol es la moderación, puedes proteger tu piel cuando bebes siguiendo la regla 1:1: un vaso de agua por cada bebida alcohólica», dice el Dr. Kohli. También ayuda si mantenerse adecuadamente hidratado durante todo el día.
2. Toma vitaminas.
Otra forma de neutralizar los efectos adversos del consumo de alcohol en la piel es tomando una vitamina del complejo B antes de beber, ya que el alcohol agota estos nutrientes esenciales, dice el Dr. Kohli.
3. Elige sabiamente tu espíritu.
Según el Dr. Kohli, la elección de la bebida también marca la diferencia en cuanto a su impacto en la piel. «Elija licores claros en lugar de vino o licores oscuros para minimizar los compuestos inflamatorios», dice. Piense en vodka o tequila.
4. Mantener una rutina integral de cuidado de la piel.
Un paso crucial para prevenir el daño cutáneo a largo plazo, sin renunciar al alcohol, es llevar a cabo un régimen disciplinado de cuidado de la piel. “Nunca te saltes tu rutina de cuidado de la piel nocturna, por muy cansada que esté. Aplique un humectante extra rico antes de acostarse para combatir la deshidratación y considere usar productos ricos en antioxidantes a la mañana siguiente para ayudar a reparar la función de barrera de la piel”, dice el Dr. Kohli.
5. Deja de beber.
Finalmente, está la solución más obvia de todas: dejar de beber.