Muchas personas pierden la cabeza con sus ídolos. Da igual la clase social o el nivel cultural, somos humanos, y como tal sentimos admiración hacia personas que nos cautivan por alguna razón que no llegamos a comprender. Un ídolo es alguien que llega a tocar tus emociones, que se adentra en tu mente y trastoca tu raciocinio. Por ello mismo, lo mejor es saber marcar una distancia, aunque no es fácil. Hasta el propio Will Smith contaba en El hormiguero que el día que vio por primera vez…