Karina García, de 29 años, es una chef de Harlem en la ciudad de Nueva York. Vive con su esposo, Eduardo Rodríguez, y su hija, Yohualli, ahora de cuatro meses. No tenía vacaciones pagadas y volvió a trabajar una semana después de dar a luz.
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Mi esposo y yo ahorramos durante un año y medio para tener un bebé. Soy chef y mi esposo es profesor de música. También dirigimos un club de cenas desde nuestra casa los fines de semana y horneo donas para un café en Brooklyn cuatro noches a la semana.
Reservamos suficiente dinero para que pudiéramos tomarnos ocho semanas sin dirigir nuestro club de cenas. Pero no hay opción para parar por completo, así que siempre planeé seguir haciendo las donas sin tomar ningún descanso. Tengo que trabajar. Trabajé hasta dos días antes de dar a luz a nuestra hija, Yohualli, en mayo de este año, y volví a trabajar seis días después de que ella naciera.