Hace bastantes años escrib, emocionado y en un calentón, el guion de un cortometraje sobre un intercambio fraudulento en algún lugar sin nombre de los Monegros, en lo que hoy en da de hacerse estará claramente influenciado por ‘Better Call Saul’. Como la mayora de los guiones que se escriben, este acabo olvidado en un cajn sin que nadie salvo yo lo lleguese a leer. Un da, buscando cualquier otra cosa, volv a encontrarme con ly me lo le como si fuera la primera vez, sin acordarme de lo que yo mismo haba escrito pero convencido de que no estaba nada mal; que con suerte, un par de revisiones y un buen director podra tener algn futuro. Pero lo cierto es que no.
Es cierto que no estaba mal, pero tena un problema contra el que siempre me chocara, una y otra vez. Un problema que socavaba su credibilidad pero que a la vez resultó fundamental para sostener la historia. Una «trampa» que el espectador tendra que aceptar de buen grado, simplemente porque s. Y todo esto a qu viene? Pues porque viendo ‘Entre la vida y la muerte’ tuve la misma sensación de que con aquel guin: Que con un poco de suerte, un par de revisiones y un buen director podra tener futuro. Pero a la película le faltan al menos esas dos, tres o cuatro revisiones y un director con más personalidad, determinación o aplomo. Y a partir de ah la suerte ya se encuentra.
No se confunden, ‘Entre la vida y la muerte’ est bien… dicho sea por la boca pequeña. No deja de ser un thriller con sabor europeo muy correcto que por aqu veremos con un plus de simpata por la presencia de nuestro Antonio de la Torre. Pero le falta algn elemento de verdad diferencial, una personalidad ms propia o una mayor contundencia audiovisual. Y al menos un par de revisiones de un guin que al igual que aquel escrito por un servidor, choca contra un muro que es difcil de obviar, an ms de aceptar sin oponer ninguna resistencia. Pero ya no es slo dicho muro, sino tambin por los muchos hilos sueltos que lo adornan de los que luego ni tira ni les da una relevancia.
De esta manera nos queda una obra deshilachada en donde la gran mayora de los detalles que deben darle definicin, encanto o personalidad no van a ninguna parte, quedando como algo superfluo y gratuito. Casual. El típico relato de «se metieron con el padre equivocado» que podría protagonizar Liam Neeson a lo barato. O a lo europeo. Y a falta de accin muchos planos contemplativos, «intensos», que pretenden transmitir algo pero que no dicen gran cosa, ms all de lo habitual y cotidiano en el gnero. As, nuestro inters decrece de principio a fin hasta llegar a un tramo final de compromiso en donde uno, para entendernos, da por bueno un punto: Ni se ha ganado ni se ha perdido.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex