Cuando a Bok Kwan le diagnosticaron la enfermedad, la Sra. Ng, de 61 años, renunció a su trabajo para ocuparse de sus necesidades diarias, como ducharse. Sin embargo, estas tareas son una gran lucha para la Sra. Ng, que tiene sus propios problemas de salud.
Además de sufrir polio, que le dificulta la movilidad, también tiene afecciones en los ojos como glaucomacataratas y miopía severa y presbicia.
Ella puede salir adelante con la ayuda de una empleada doméstica, pero los gastos adicionales son una gran presión para sus ya limitadas finanzas.
En una reunión reciente para cuidadores de personas con discapacidad, la Sra. Ng compartió sus luchas e instó al gobierno a proporcionar apoyo económico y emocional a necesitado familias como la de ella.
«Cuando ves que la salud de las personas que te rodean se deteriora y estás indefenso, y te enfrentas a gastos que ascienden a decenas de miles de dólares cada mes, no te atreves a pensar en cuándo te quedarás sin dinero». ella dijo.
Añadió: “Una vez me derrumbé hasta el punto de golpearme la cabeza contra la pared… sin [her domestic helper’s] ayuda, te abrazaria [Bok Kwan] y morir juntos.”