Después de que Hailey Bieber se despidiera de la estilista Maeve Reilly y comenzara a trabajar con Carla Welch, cuyo portafolio incluye a Justin Bieber y Sarah Paulson, su imagen ha cambiado significativamente.
Como notan muchos fanáticos de la modelo, ella comenzó a verse más madura: comenzó a dar preferencia a cosas más restringidas y clásicas, a pensar en salidas extravagantes para no parecer demasiado francas y a probarse lo vintage. En la nueva foto de estilo callejero de Hailey, los entusiastas de la moda reconocen que el vestido tiene más de 30 años.
En la pasarela de Jean Paul Gaultier de la colección otoño-invierno 1992/93 se mostró un vestido que imitaba un chaleco de traje y una falda de raya diplomática. Encontré este lote raro de Marie Laboucarrier, la fundadora de la famosa tienda vintage parisina Nina Gabbana Vintage, que es amada por las estrellas. Por ejemplo, Marie suele trabajar con Rihanna.
En este momento, los artículos vintage de las famosas casas de moda se están apoderando de los guardarropas de las estrellas con renovado vigor. Entonces, durante el 75º Festival de Cine de Cannes, fueron las salidas en trajes de archivo las que se convirtieron en los principales objetos de atención de los medios.
Por ejemplo, Bella Hadid, junto con el estilista Lowe Roach, conquistaron la alfombra roja con varios atuendos vintage de Versace. Hace unos meses, los periodistas de moda notaron el surgimiento de otro ícono de estilo: Megan Fox, quien repentinamente irrumpió en el campo de la información gracias a una nueva imagen.
La imagen de la actriz fue inventada e implementada por la estilista estrella Maeve Reilly, quien se hizo famosa gracias a su colaboración con Hailey Bieber y Tiktoker Dixie D’Amelio.
Como admitió Welch en numerosas entrevistas, es importante para ella construir una imagen para los clientes que no discuta con sus personajes y actitudes. El estilista se esfuerza por elaborar atuendos tanto para las alfombras rojas como para las fiestas y las salidas diarias, y no difieren entre sí lo suficiente como para dejar desconcertados a los fanáticos y periodistas de moda.