All Right. Todos sabemos que Brad Pitt es uno solo; o que Bad Bunny se ha dedicado a dar mucho de qué hablar. También es conocida la afición de Harry Styles por demostrar que la ropa “gender fluid” es el futuro de la moda, pero no deben ser muchos los hombres -dentro de nuestra cultura occidental- que conocen por propia experiencia las ventajas de la falda. Y es que aunque nos suene una excentricidad, son numerosas las culturas donde es algo común.
La falda es un traje típico de Escocia, Irlanda y puede ser frecuente en la cultura británica. De hecho, hemos visto recientemente al Rey Carlos III usando una con mucha naturalidad. Pero, de resto, suele verse normalmente en las pasarelas y exhibiciones de marcas vanguardistas como Alexander McQueen, Off White, Sacai, Thom Brown.
Brad Pitt lució la suya con mucho éxito en el estreno de Tren bala y en algunas alfombras rojas hemos visto a otras estrellas como Lil Nas X o J Balvin usándolas, pero estamos claros de que no es una pieza común y fácil de llevar, aunque sí puede decir mucho de nuestra personalidad y estilo.
Cuestión de personalidad
Que la falda no se haya convertido en una tendencia global responde a un tema cultural-occidental contemporáneo. No hay variadas opciones en tiendas departamentales o de fast fashion y eso también explica, lógicamente, que no veamos tampoco a muchos hombres usándolas. Así lo dice fernando delfinoasesor de imagen, arquitecto y presentador del programa Front Row Style de VePlus.
“Las personas del sistema estrella que se atreven y la saben llevar son las que las posicionan e incentivan que eventualmente los hombres se animen a usarlas, pero en realidad es una pieza que amerita gran personalidad. ¿Qué se necesita para usarlas? Primero, no tener prejuicios. Lo segundo, el saber estar: tener clara la ocasión para la cual usarla, cómo usarla y tener la actitud apropiada para lucirlas. Usar algo que no vaya acorde con tu estilo, con tu ADN, se te va a ver forzado y va a parecer un disfraz”, dice.
Delfino asegura que para usar este tipo de piezas, tan particulares y que no forman parte de la cotidianidad del caballero, pero que sí vemos en pasarelas, hay que tener la actitud, la seguridad y saber usarlas. No son piezas fáciles de insertar a la masa, pero “¡ojalá lo casual porque creo que son muy cómodas!”, dice el experto.
A la practica
Cuando sabemos que millones de hombres en Indonesia, Bali, algunos países de África las usan, tenemos la confirmación de la comodidad de esta pieza. Y si bien puede ser atrevida, también es versátil, llamativa, muy interesante y no obstante está relacionado con una expresión de la identidad de género o de la sexualidad.
En este sentido, una vez superados los requisitos de personalidad, lo que queda es una cuestión de llevar a la práctica algunas recomendaciones de estilo. Editor de moda y asesor de imagen Gianfranco Berardinelli considera que lo primero es establecer el largo de la falda. Puede ser larga y dramatica o sobre la rodilla.
“Ya establecido el largo, el hombre puede jugar con el estilo usando falda y seguir viéndose masculino. Entre las opciones están las planas, las plisadas y si de estampado se trata, de no elegir una unicolor, las opciones clásicas como la línea diplomática o el tartán son apropiadas”.
Con relación al calzado, la elección resultó del gusto y el estilo de quien la lleve, dice Berardinelli. “Pueden ser desde unos Zapatillas deportivas con medios, hasta unas botas de estilo militar/combate. Hoy en día incluso le abriría el campo a unos mulas de estilo tosco”.
En cuanto al top, hay que dejarse guiar un poco por la intuición: si la falda es una pieza vanguardista, irreverente porque no responde al común del vestuario masculino, el sentido común nos dice que, tal vez, una chemise por dentro no es la opción adecuada.
Si buscamos referencias, encontraremos muchas en la historia que nos señalen que el capas es una buena idea para empezarr: una camiseta blanca bajo una chaqueta, o bajo una camisa abierta por fuera serán interesantes. Una camisa blanca, la compañera universal de la moda, también es apropiada. En todo caso, sea cual sea la elección, lo importante es sentirse a gusto y cómodo. Solo así se verá muy bien.