Jennie Garth ha revelado que se sometió a una cirugía de reemplazo de cadera y se sincera por primera vez sobre su difícil experiencia con la fertilización in vitro con su esposo Dave Abrams.
En una entrevista en video que la acompaña
Garth continuó: “Cuando decidimos dejar de lado esa posibilidad, [of having children together]“De alguna manera nos liberó para amarnos de una manera diferente”.
Garth tiene tres hijos con su ex marido Peter Facinelli.
En la revista, Garth habla en profundidad sobre la cirugía de reemplazo de cadera y dice que «vivió con dolor durante mucho tiempo».
Aunque Garth dijo que inicialmente trató de ignorar las señales de que algo andaba mal con sus caderas, pensando que era causado por años de montar a caballo y bailar en su juventud, las complicaciones «empeoraron progresivamente» y se volvieron «tan dolorosas en un momento que [she] Ni siquiera pude salir a caminar con [her] perros.»
Su médico le diagnosticó artrosis en los pulgares, las rodillas y las caderas. Años después, a los 48 años, Garth sintió que su “calidad de vida estaba disminuyendo” debido al intenso dolor. Fue entonces cuando acudió a un nuevo médico, que descubrió que la articulación de la cadera izquierda “no encajaba bien en su cavidad y el tejido de la zona circundante se estaba deteriorando”. Sugirió una operación de reemplazo de cadera. Queriendo volver a la normalidad, la actriz pidió a su médico “que le abriera la cadera lo antes posible”.
Si bien no pudo operarse de inmediato, ya que coincidió con el pico de la pandemia, finalmente pudo reemplazarse la cadera izquierda. Después de la cirugía, Garth pudo regresar de inmediato a las actividades que había dejado de lado durante años, como las tareas domésticas básicas. «En los años posteriores a esa cirugía, me sentí como si Mujer Biónica—No había nada que no pudiera hacer”, dijo.
La actriz explicó que, aunque los médicos consideraron que su cadera izquierda estaba en peor estado que la derecha, motivo por el cual se sometió a una cirugía en ese lado, este año comenzó a sentir molestias en la cadera derecha. “Cuando examinaron para ver qué estaba pasando, se dieron cuenta de que, de alguna manera, había empeorado más de lo que había estado mi cadera izquierda”, recordó Garth. “Sentía un dolor insoportable con cada paso; no podía agacharme ni levantarme. Dado el éxito de mi nueva cadera, sabía que no había que pensarlo dos veces: necesitaba operarme la otra articulación”.
Ella compartió que se sometió a la segunda cirugía en marzo, la cual “salió bien, pero tardó mucho más en sanar”.