El día después del fallecimiento de su padre, Laurinda se acercó al propietario para hablar sobre la reducción del alquiler.
Sin embargo, su arrendador dijo: «No me vas a mentir y decirme que no puedes pagarlo bien, en realidad estábamos pensando en aumentarlo más».
Según Laurinda, el arrendador le cobró de más únicamente porque ella es de una familia adinerada.
Sin embargo, no se sorprendió, ya que siempre ha tenido que pagar precios elevados por las cosas.
Cuando se quejó con su madre, la tercera esposa de Stanley, Ina Chan, esta última simplemente la consoló diciendo que «estar en una familia rica es un pecado».
Como de costumbre, los internautas se apresuraron a retomar la historia de Laurinda, criticándola por no saber la suerte que tiene de haber nacido con una cuchara de plata en la boca. Un internauta también escribió: “Entonces, ¿cuál es el pecado de ser pobre?”
Muchos internautas también dejaron comentarios diciendo que no les importaría ayudarla a «llevar a hombros este pecado».
Fotos: diario mundial, Laurinda Ho/ Instagram