Aunque muchas veces celebrarán que Maluma ya comenzará a ofrecer besos en la boca a sus fans en sus próximos conciertos, más que un acto seductor podría sonar una “amenaza” puesto que, lamentablemente, los besos son la vía de transmisión de unas cuantas enfermedades. Sí, el COVID entre ellas por supuesto.
El cantante colombiano manifestó en una entrevista reciente que estaba muy ansioso por volver a la tarima y que no tenía ninguna reserva con relación al COVID para llevar adelante su costumbre de besar en la boca a alguna afortunada fan que se sume al espectáculo. «Eso sí, solo a las fans que pueden demostrar que están vacunadas», afirmó el artista en una nota publicada por EFE, donde además asegurará que en sus próximos conciertos estarán diseñados para adaptarse a las medidas que hagan falta para que sean experiencias seguras.
Sin embargo, valga su comentario para revisar el riesgo que corre si vamos por ahí besándonos con cualquier Maluma desconocido, y es que el beso es una manifestación maravillosa de gusto, de intimidad; es una forma de demostrar cariño, pero es -visto desde el punto de vista más frío- un espacio donde se intercambia saliva, y es a través de esta que pueden contagiarse muchas enfermedades.
Desde afecciones bucales, pasando por enfermedades respiratorias como influenza, con un beso podemos ser contagiados con distintos tipos de virus, como el de la lechina (o varicela) y la parotiditis, por ejemplo. Entre ellas, las más comunes son, según el portal especializado Mejor Con Salud, la mononucleosis, gingivitis, y el herpes.
La primera, es conocida también como la enfermedad del beso, justamente, y según el portal de la Clínica Mayo se transmite por la saliva, pero también por compartir utensilios, como vasos o cubiertos, con alguien que tenga esta enfermedad. La mononucleosis es causada por el virus Epstein-Barr y no es tan infecciosa como una gripe.
Los síntomas incluyen dolor de garganta que no mejora después del tratamiento, fiebre, fatiga, inflamación de los ganglios del cuello y las axilas, amígdalas inflamadas, dolor de cabeza y, el de mayor cuidado, el bazo inflamado. Para recuperarnos, además de consultar con el especialista, se debe descansar y beber mucho líquido.
Por otra parte, la gingivitis es solo una de las muchas enfermedades bucales que podemos contraer a través del beso, y es el inicio de la periodontitis, la cual, según MedlinePlus, publicación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, es la destrucción de los tejidos de soporte de los dientes, como encías, los ligamentos periodontales y el hueso, a causa de inflamación e infección.
Los síntomas de la gingivitis son el sangrado, inflamación, enrojecimiento y sensibilidad de las encías, úlceras bucales y mal aliento, de manera que es fácil de detectar el momento de visitar al especialista. Este recomendará dos o más limpiezas profesionales al año; el uso de enjuagues bucales antibacteriales, y la atención minuciosa de dientes y aparatos dentales que el paciente use.
Finalmente, el herpes labial es otra de las enfermedades más comunes de las que se contagian por los besos. Noticias médicas hoy indica que también se le conoce como herpes febril y que consiste en pequeñas lesiones que parecen burbujitas o ampollas y surgen en los labios, cerca de la boca, barbilla, y fosas nasales. Estas lesiones producen dolor, ardor y picazón antes de romperse y luego forman una costra.
Según el artículo revisado por la doctora Sarah Taylor, El virus del herpes simple (VHS) que causa el herpes labial es muy contagioso y se puede transmitir por el contacto directo. Además, puede permanecer inactivo por mucho tiempo y activarse por algún factor como la fatiga o una herida.
Lamentablemente, no hay manera de prevenir esta enfermedad, pero sí puede tratarse para disminuir su duración. En este sentido, aunque el herpes desaparece en unas dos semanas sin tratamiento alguno, para aliviar las molestias y el dolor se recomiendan medicamentos antivirales y pomadas.
Hay que destacar que mientras mantengamos una higiene adecuada, lavando nuestras manos, evitando tocar el rostro, así como también una estricta higiene bucal, las posibilidades de contraer o transmitir algunas de estas enfermedades disminuyen un poco.
¿Qué debo hacer?
Una película de finales de los años 70, protagonizada por John Travolta, parece la respuesta ideal a las angustias que representan estas infecciones. Titulada «El chico en la burbuja de plástico», contaba la historia de un joven que solo podía tener contacto con el mundo exterior embutido en un traje que parecía espacial.
Aunque parece la solución, basta con mantener un sistema inmune fuerte que nos proteja no solo de estas sino de muchas otras enfermedades. La doctora Claudia santander, médico anestesiólogo, explica que es fundamental llevar una dieta balanceada, con alimentos ricos en hierro, vitaminas A, D, C, Omega 3, 6 y 9, ácido fólico y zinc.
Además, el médico acentúa que el aporte energético debe ser equilibrado, ni muy bajo, ni muy alto, puesto que el exceso afecta la capacidad del sistema inmune de combatir las infecciones. Asimismo, Santander recomienda el descanso suficiente y reparador, puesto que este favorece el fortalecimiento de nuestras defensas; la actividad física regular y disminuir el estrés. ¡Listos para besar!
INTERESAR TAMBIEN TE PUEDE:
Cómo evitar las manchas oscuras en las axilas (y qué hacer para aclararlas)
El presunto embarazo de Lyn May y los riesgos de concebir en la tercera edad
El tatuaje que JLo odia de Ben Affleck se puede borrar (aunque no le será tan fácil)