Inocentes. Hubo un tiempo en el que celebrábamos las redes sociales como una plaza pública en la que compartir ilusiones, descubrir conocimiento, empatizar con personas e intercambiar likes. Un lugar en el que entrábamos todos y nos hacía creer que nos podíamos comunicar más democráticamente que nunca.
Europa -tan vieja y, a veces, tan ingenua Europa- se dejó…