Un clavo saca a otro clavo, dice el refrán. Cuando La oreja de Van Gogh perdió a Amaia Montero como solista -el clavo A-, el grupo buscó otra cantante con personalidad propia, Leire Martínez, -el clavo B-.
Lo que parecía una sucesión tranquila pudo serlo también amistosa, pero los hechos han probado que si algo no hubo entre Amaia y Leire fue cordialidad,…