Estamos entrando en la sociedad del replicante, donde todo se calca y los derechos de autor se corrompen. Incluso las imágenes que compartimos en nuestros perfiles personales se aprovechan por otros sin pedir consentimiento. Pero no, colgar una foto en Instagram no significa que se la regales a todo el mundo. Tu imagen sigue siendo tuya.
El propio Ministerio de Igualdad ha sufrido este…