MADRID, 27 Sep. (CHANCE) –
El pasado jueves Tamara Falcó e Íñigo Onieva anunciaban, a golpe de Instagram y con foto del impresionante anillo de pedida incluido, su boda. Un compromiso matrimonial que tenía en una nube a la hija de Isabel Preysler – «soy la mujer más afortunada del planeta» confesaba – que apenas 24 horas después veía como su felicidad se convertía en la más absoluta de las desolaciones.
La filtración de un vídeo de su prometido besando a otra mujer…