Marion Cotillard se siente alentada por el progreso realizado por el movimiento #MeToo, pero cree que “todavía tenemos un largo camino por recorrer”. La ganadora del Oscar se detuvo hoy en el Pabellón Americano de Cannes para charlar conmigo sobre su última película, niña azulque es Proyección Especial de la Sección Oficial aquí en el festival y que trata temas de abuso sexual.
La directora Mona Achache se interpreta a sí misma en la película, una mujer que intenta entender por qué su madre se suicidó y que descubre un alijo de miles de cartas y fotografías que le dan una idea de una persona que no reconoce. Entra Cotillard, como ella misma, asumiendo el papel de la madre y devolviéndola, en cierto modo, a la vida para volver sobre su viaje.
Cotillard dijo que se sentía muy unida a estas mujeres porque “muchas mujeres en este mundo habían experimentado esta relación con los hombres. Mi madre y mi abuela, e incluso más, han tenido este viaje a través de relaciones muy difíciles con hombres y agresión sexual. Me conmovió mucho esta búsqueda porque es un viaje hacia la curación”.
Cuando le pregunté qué tan lejos creía que había llegado la industria del cine desde los primeros días de #MeToo, exclamó: «¡Todavía tenemos un largo camino por recorrer!». Agregó: «Siempre tengo en mente a esta mujer que va a otra marcha, otra caminata con su letrero que dice ‘No puedo creer que todavía esté aquí lidiando con esta m*erda'».
Cotillard continuó: “He sido actriz durante mucho tiempo; Era [put] en situaciones en las que no debería haber estado… Todavía hay algunos hombres enfermos, y algunas veces mujeres, que se aprovecharán de la juventud, que se aprovecharán de la pasión que tenemos como actores, el hecho de que dependemos de el deseo de directores, productores.”
Pero, sonó una nota positiva, “Saber que hoy esas jóvenes actrices saben que esto no está bien, que si alguien te pregunta algo con lo que no te sientes cómoda puedes decir ‘No’. No sabía que cuando era una joven actriz, era una época muy diferente”.
Volviendo al festival en cuestión, Cotillard relató sus recuerdos favoritos de Cannes y señaló que la alfombra roja del festival de Jacques Audiard Óxido y Hueso era algo especial. Recordando más atrás, dijo que después de terminar la Vie en rose, por la que finalmente ganó el Oscar a la Mejor Actriz, el equipo se dirigió al mercado aquí para mostrar un carrete de 10 minutos: “Sentimos que algo estaba pasando, y fue algo fantástico de vivir porque lo entendí. Me encontraba con personas que decían ‘Oh, Dios mío, vimos esos 10 minutos’ y sentimos el deseo que crecía”.