Farandulero
El momento en el que algo se estrena en ocasiones es muy importante. Ocasiones en las que el mundo que te rodea puede influir tanto o ms en la percepcin de una pelcula o serie como su propia calidad inherente, en teora lo que ms debera de importar … si no fuera al menos en ocasiones por lo dicho, el mundo que nos rodea y moldea y que tambin rodea y moldea a toda produccin audiovisual. Una percepcin en ocasiones supeditada, consciente o inconscientemente a un momento que nos puede hacer valorar de ms o de menos. O simplemente fundir dos producciones distintas en una misma moneda en la que representan sus dos caras.
Acaso alguien es capaz de pensar en ‘El ltimo escaln’ sin pensar en ‘El sexto sentido’? Acaso alguien es capaz de no menospreciar la de Kevin Bacon en funcin de la de Bruce Willis, estimable pero nunca tan estimable?
Ni es una competicin ni la una anula a la otra, pero contrapuestas parecen los dos lados de una misma moneda en la que a la fuerza, una es la cara y la otra es la cruz. La moneda que lanza al aire si tuviramos que decidir cul de las dos ver. Por descontado que hablamos de ‘Nine Perfect Strangers’, pero también del ‘The White Lotus’ de Mike White. Es complicado no comparar una con la otra, tanto como es complicado quitarse de la cabeza la meloda creada por Cristobal Tapia De Veer para la serie de HBO. Una de esas partituras que provocan que no te puedas quitar de la cabeza la serie, ni ya que estamos tampoco a Alexandra Daddario.
Si tuviramos que elegir, ‘Nine Perfect Strangers’ sera la cruz de esta moneda. No es que sean iguales, pero la cercana de un respecto a la otra s realza sobremanera los muchos puntos en comn que tienen. El momento que decamos, el tuyo pero también el de los dems, y que nos puede hacer valorar de ms o de menos a una ya la otra. Sea como fuere, ‘Nine Perfect Strangers’ seguira siendo un patito feo de ser hijo nico. La pluma de Liane Moriarty pesa como una losa sobre esta obra farragosa, derivativa y autocomplaciente, pretendidamente importante y relevante que podramos tildar de dependiente acomplejada. O de acomplejada dependiente.
En otro momento la hubiera comparado con el FC Barcelona, pero ahora lo har con el PSG: Es como ver a once buenos jugadores tratando de ser un equipo. Once buenos jugadores forzados a sobre todo parecer un gran equipo. ‘Nine Perfect Strangers’ cuenta con un gran reparto, pero también la necesidad de desarrollar un gran y bonito juego en donde todos sean importantes y puedan lucirse. Parte con ese aura, en una pretensin ms que una necesidad de estar a la altura de una alta expectativa. Y la nica manera para que una estrella pueda lucir sin deslucir a otra es atarla en corto y encontrarse en un trmino medio que no admita prdida. Ser, sin ser.
‘Nine Perfect Strangers’ será un equipo de galcticos forzado a jugar como uno de jornaleros que no acaban de entendre a qu est jugando. Todo lo que en ‘The White Lotus’ parece natural y orgánico, incluso formar parte de una realidad en ‘Nine Perfect Strangers’ está supeditado a la creencia, constante y manipuladora de que se trata de una simulacin. Que sus personajes no estn sujetos al libre albedro, sino que son engranajes de una ficcin. Que Nicole Kidman se presente como una especie de Galadriel no ayuda a reforzar la dignidad de lo que pretende ser siempre un drama cuando ms bien suele parecer una comedia.
De nuevo, punto para ‘The White Lotus’. Y as podramos seguir hasta que el resultado fue humillante; es probable, que ms de la cuenta y de lo necesario. Porque an con todo, ‘Nine Perfect Strangers’ no es una mala serie aunque para su desgracia llegue en un mal momento en el que sus debilidades se reflejan con ms fuerza, y su extrema contencin se traduce en una sensible falta de contundencia. Es, en suma, una ficcin que no logra hacerse valer y sobresalir por s misma, dejando que la posible vala de sus fortalezas se diluya entre una sensibilidad mal modulada, una seriedad an peor calibrada y una intensidad harto entrecortada.
Una ficcin seriada que funciona como una ficcin seriada tipo ‘Amar es para siempre’. Con mejores intrpretes, mayor determinación y una factura tcnica mucho ms depurada. Pero con la misma sensación de falsa realidad. De ser un artificio, siendo sus castas escenas de sexo una buena representacin de su acomodado nivel de provocacin. Porque ‘Nine Perfect Strangers’ ni retuerce ni fuerza los mrgenes de lo dicho, una ficcin demasiado a gusto consigo misma que adems tiende a lo conservador y conciliador. Ms que correcta, slida, a ratos muy solvente pero carente de mala leche y sobre todo, con un excesivo miedo al fracaso.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
