Las rutinas a la hora de dormir son siempre temas candentes de debate, pero una de las preguntas más comunes al respecto es: ¿Por qué las mujeres necesitan dormir más que los hombres? Resulta que no está sólo en nuestras cabezas: en realidad está respaldado por la ciencia. Las mujeres realmente necesitan dormir unos minutos más, y las razones van mucho más allá del simple cansancio o la pereza.
¿Por qué las mujeres necesitan dormir más que los hombres?
Existen varias razones biológicas, hormonales e incluso psicológicas que explican la diferencia en la cantidad de sueño que necesitan las mujeres. Entonces, si alguna vez te has sentido culpable por quedarte en la cama un poco más de tiempo, puedes dejarlo pasar. Dormir más es un autocuidado avalado por investigaciones científicas.
Multitarea
Las mujeres tienden a hacer múltiples tareas y a menudo hacen malabarismos con el trabajo, los estudios, la familia, los amigos, sus programas favoritos de Netflix y más. Pero esta superpotencia tiene un precio. El cerebro femenino procesa más información simultáneamente y utiliza más regiones cerebrales durante el día en comparación con el cerebro masculino. Según estudios realizados por la Universidad de Loughborough, este «uso extra» del cerebro significa que necesita más tiempo para repararse durante el sueño. Y como el sueño no es sólo descanso, es el momento en el que el cerebro «reorganiza» las conexiones neuronales, y en el caso de las mujeres, eso requiere más horas de sueño.
hormonas
Desde el ciclo menstrual hasta el embarazo y la menopausia, las hormonas femeninas tienen un impacto significativo en el sueño. Durante las fases del ciclo menstrual, los niveles de progesterona pueden provocar insomnio o dificultad para conciliar el sueño. Lo mismo ocurre durante el embarazo, cuando el cuerpo sufre cambios drásticos que afectan tanto a la cantidad como a la calidad del sueño. Durante la menopausia, los sofocos y las fluctuaciones hormonales pueden alterar las horas de descanso, provocando que la mujer necesite reponer energías pasando más tiempo en la cama.
Estrés
La multitarea puede tener un precio y el estrés puede ser un compañero constante en la vida de muchas mujeres. Entre el trabajo, la familia y las responsabilidades personales, el cerebro femenino suele trabajar en «modo extra» incluso cuando intenta relajarse. El estrés crónico puede reducir la calidad del sueño profundo, esa etapa en la que nuestro cuerpo realmente se repara. Es por esto que las mujeres suelen necesitar dormir más para compensar este déficit y lograr una recuperación completa.
Temperatura corporal
El cuerpo femenino tiene una temperatura corporal basal más baja que el cuerpo masculino, lo que significa que se enfría más rápidamente durante la noche. Este enfriamiento es crucial para entrar en las etapas más profundas del sueño. Sin embargo, los cambios hormonales, especialmente relacionados con el ciclo menstrual, pueden alterar esta regulación de la temperatura, provocando que la mujer necesite más tiempo para alcanzar un sueño reparador.
Fases de sueño más largas
Las mujeres suelen pasar más tiempo en las fases profunda y REM (movimiento ocular rápido) del sueño, etapas fundamentales para regenerar tejidos, consolidar recuerdos y recargar energía mental. Estas fases son más exigentes para el cerebro y cuando no se completan correctamente, se siente como si no hubiera suficiente energía para rendir durante el día. Esto explica por qué las mujeres tienden a necesitar esas horas extra de sueño en comparación con los hombres.
Una predisposición a cuidar de los demás.
Aunque suene más psicológico que científico, los estudios indican que las mujeres tienen un «instinto de alerta» más fuerte que los hombres. Esto hace que, incluso mientras duermen, estén más alerta a los sonidos externos, como el llanto de un bebé o cualquier ruido sospechoso en la casa. Este estado de alerta puede hacer que el sueño sea menos profundo y se interrumpa fácilmente, lo que lleva a la necesidad de dormir más para compensar esa calidad reducida.
Dormir es autocuidado
En un mundo que valora la productividad por encima de todo, las mujeres suelen sentirse culpables por descansar o priorizar el bienestar. Sin embargo, estas diferencias biológicas y hormonales deberían recordarnos que no sólo es normal necesitar dormir más; ¡es necesario! Dormir no es un lujo, es un acto de amor propio y una inversión en nuestra salud física, mental y emocional.
Así que la próxima vez que alguien te diga que duermes “demasiado”, dile con toda la confianza del mundo: “Es ciencia”. Haz de tu descanso una prioridad, porque no hay nada mejor que cuidar de tu salud y bienestar a través de algo tan sencillo como dormir bien.
Dormir es más que una necesidad; es el motor que impulsa nuestras vidas. Desde nuestra capacidad para tomar decisiones hasta nuestra energía para afrontar el día, todo empieza con el sueño. Así que es hora de ajustar tu rutina: apaga tus dispositivos y dedícate a disfrutar del descanso que tu cuerpo necesita. Dormir más no sólo es bueno, es una necesidad respaldada por la ciencia.