Quincy Jones fue enterrado en una ceremonia privada en Los Ángeles una semana después de su muerte. La familia del venerado productor musical, que murió a los 91 años en su casa de Bel Air, California, le dijo a la AP que la “ceremonia íntima incluyó a los siete hijos del Sr. Jones, su hermano, dos hermanas y familiares directos”.
La familia no confirmó en qué cementerio se llevó a cabo el funeral, pero afirmó que están “enormemente agradecidos por las condolencias y homenajes de sus amigos y fanáticos de todo el mundo”. En el comunicado, la familia agregó que “los detalles de una celebración conmemorativa de la vida del Sr. Jones se anunciarán en una fecha posterior”.
Jones murió el 3 de noviembre después de una carrera de siete décadas que incluyó la producción de Michael Jackson. Fuera de la pared, Suspensey Malo álbumes. Su familia confirmó su muerte y compartió en un comunicado: “Esta noche, con el corazón lleno pero roto, debemos compartir la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones. Y aunque esta es una pérdida increíble para nuestra familia, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él”.
La respuesta a la muerte de Jones ha sido amplia y muchos comparten recuerdos de trabajar con el productor a lo largo de los años. Los herederos de Michael Jackson lo llamaron «un talento legendario cuyas contribuciones a la música abarcaron generaciones y géneros» y señalaron: «Lo más importante para él era el papel de Quincy como padre».
La semana pasada, la hija de Jones, Rashida Jones, rindió homenaje a su padre en Instagram, describiéndolo como un gigante, un genio, un ícono y un «cambiador de cultura».
“Mi papá fue nocturno toda su vida adulta”, escribió. “Mantuvo ‘horas de jazz’ desde la escuela secundaria y nunca miró hacia atrás. Cuando era pequeña, me despertaba en mitad de la noche para buscarlo. Sin duda, estaría en algún lugar de la casa, componiendo (a la vieja usanza, con bolígrafo y partituras). Nunca me enviaría de vuelta a la cama. Él sonreía y me llevaba a sus brazos mientras seguía trabajando… no había lugar más seguro en el mundo para mí”.
Y añadió: “Él hacía que todos los que conocía se sintieran amados y vistos. Ese es su legado. Tuve la suerte de experimentar este amor de cerca. Extrañaré sus abrazos y besos y su devoción y consejos incondicionales”.