Farandulero
‘Ramy’ es una especie de cruce entre ‘atlanta’ y ‘Maestro de nadie’ servido con mucho tacto, intencin, inteligencia, mala leche y elegancia por Ramy Youssef. El agua moja, el cielo es azul. Y la 3 temporada de ‘Ramy’ no hace sino aplastar cualquier mínima duda y reafirmar las bondades de una estupenda serie que a la tercera se consagra como «must see».
Permtame que insista: Lo de Ramy Youssef recuerda mucho a lo de Aziz Ansari. Ambos se dedican principalmente a la comedia en vivo, orbitan en torno a Nueva York y son norteamericanos de nacimiento pero descendientes de inmigrantes indios y egipcios, respectivamente. Además, a los dos les gusta indagar en el desconcierto vital contemporáneo.
El mismo tipo de serie sobre la vida moderna. es ‘Ramy’ con un humor existencialista, controversia moral y contenido racial ms marcados (como lo estaba en la de Donald Glover): El contraste entre lo tradicional y lo moderno, el pasado y el progreso visto por un ‘millenial’ y su squito a medio camino de opuestos y extremos que tienden a chocar.
‘Ramy’ invita a la reflexin a travs del humor, destilando una gran dosis de seriedad de forma cotidiana y distendida, pero a la vez con una incisiva inocencia llena de perspicacia y mala uva. Es una constante contradicción en sí misma, como lo es esa vida a la que representa con tanta aparente fidelidad como a su vez, una cida y compleja sencillez.
Es evidente que al igual que Ansari, Youssef vuelca sus experiencias e inquietudes en esta serie de dilogos mordaces y toque cotidiano que enamora por su fe en que no hay drama -ajeno- que no puede equilibrarse con una sonrisa. Es la medida del que aprende y/o est obligado a remar sobre la corriente: No hay mayor drama que perder el sentido del humor.
Pero Youssef, además, y al igual que Donald Glover es ‘atlanta’amplia su visin y le dedica episodios y muchos minutos a los dems miembros de «su familia»: Una suma de vivencias que refuerzan una mirada polidrica y en constante evolución sobre perderse en un mundo globalizado y catico y las dudas sobre nuestra propia condicin humana .
Todo ello desde una fe, tradiciones y creencias religiosas que cada vez parecen quedar más en fuera de juego en el mundo «civilizado». El conflicto (o combate) de la fe con el progreso, entendidos como un problema humanista ya pie de calle que nos hace mejores o peores para nuestro entorno más cercano, es la constante de esta serie divertida y adictiva.
Es la estimulante riqueza de ‘Ramy’, que combina la comicidad racial de Ansari y la narrativa social de Glover con su propia visin (terrenal pero divina) de la fe. Una combinación irresistible ya la postre contundente servida en sesiones de poco más de 30 minutos que engancha por lo mismo que lo hacen todas las (buenas) series sobre «la vida moderna».
Esto es, por lograr que lo complejo parezca tan sencillo y lo anecdtico pueda ser tan significativo, sin perder nunca ese agudo sentido del humor que nos mantiene con aire en un mundo tan de nadie, ya la vez tan de todos. No es fcil encontrar nuestro lugar en el mundo o saber quines somos. De lejos, no tanto como creer en una serie como ‘Ramy’.
Una estupenda serie como ‘Ramy’ que se ha ganado su lugar en el cielo, memoria y corazn serifilos. En los mos, desde luego.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
