La quiebra de Revlon es oficialmente una realidad.
Después especulación la semana pasada, la compañía de cosméticos de 90 años reveló el 16 de junio que se declaró en bancarrota del Capítulo 11. Según CNN BusinessLa marca dijo que la decisión ayudará a «organizar estratégicamente» sus finanzas, citando «restricciones de liquidez» provocadas por interrupciones en la cadena de suministro e inflación.
En un comunicado de prensa, Directora ejecutiva de Revlon, Debra Perelman dio más información sobre el movimiento. “La presentación de hoy permitirá a Revlon ofrecer a nuestros consumidores los productos icónicos que hemos entregado durante décadas, al tiempo que brinda un camino más claro para nuestro crecimiento futuro”, dijo Perelman.
Revlon, que también alberga marcas como Almay, Elizabeth Arden New York, Mitchum y CND, recibirá $575 millones en financiamiento de prestamistas existentes para continuar con las operaciones diarias.
La quiebra de Revlon no sorprende: el negocio ha señalado su declive en los últimos años. De acuerdo a Ropa de mujer diariaRonald Perelman, el mayor accionista de la marca, comenzó a liquidar su patrimonio en 2020. Ese mismo año la empresa recortó 1.000 puestos en un intento por mejorar la rentabilidad, con Informes de Reuters que las ventas de Revlon habían disminuido durante al menos cinco trimestres debido a la débil demanda de sus fragancias y productos homónimos. El negocio también ha tenido problemas para atraer consumidores y mantener su relevancia frente a marcas de belleza de celebridades como Fenty Beauty y Kylie Cosmetics.
Las acciones de Revlon se desplomaron un 46% el pasado viernes 10 de junio. Las acciones de la compañía ahora se ubican en $1,17 por acción, según registro por Reuters.
Fundada en 1932 por Charles Revlon, la empresa fue adquirida por Ron Perelman en 1985 por 2700 millones de dólares y compró Elizabeth Arden en 2016 a través de préstamos, de acuerdo a Los New York Times. Durante este tiempo, las redes sociales trajeron “un nuevo grupo de empresarios de cosméticos, promocionando sus productos directamente a sus millones de seguidores de Instagram, adoptando paletas de colores inclusivas y eludiendo las farmacias en las que Revlon ha confiado tradicionalmente para vender sus productos”. la Veces adicional.