Salma Hayek reflexionó sobre su carrera y la persona que la ayudó a incursionar en la comedia: Adam Sandler. En una entrevista con GQ Reino Unidola actriz mexicana habló sobre cómo finalmente pudo darle un giro a su carrera gracias a su papel en Los adultosque Sandler coprodujo.
“Fui encasillada durante mucho tiempo”, dijo. “Toda mi vida quise hacer comedia y la gente no me daba comedias. No pude conseguir un papel hasta que conocí a Adam Sandler, quien me puso en una comedia, ¡pero yo tenía cuarenta y tantos años!”.
Añadió: «Dijeron: ‘Eres sexy, así que no puedes tener sentido del humor… No solo no puedes ser inteligente, sino que no puedes ser gracioso en los años noventa».
Hayek dijo que su falta de papeles de comedia la puso «triste en ese momento», pero que hoy es capaz de hacer cualquier género que le plazca. “Ahora aquí estoy haciendo todos los géneros, en un momento de mi vida en el que me dijeron que habría expirado, que los últimos 20 años habría estado fuera del negocio”, dijo Hayek. “Así que no estoy triste, no estoy enojado; Estoy riendo.»
Hayek explicó que su papel protagónico en Frida – y la nominación al Oscar que recibió por ello – la llevarían a conseguir trabajos fuera del «atractivo sexual» por el que había sido conocida con películas como Desde el atardecer hasta el amanecer. “Cuando fui nominada a un Oscar, los tipos de papeles que la gente me ofrecía no cambiaron en absoluto”, dijo. “Realmente luché y pensé que eso iba a cambiar, pero no”.
Desde Los adultosHayek ha sido capaz de conseguir papeles en películas de comedia como Como un jefe, fiesta de salchichasy padres borrachos. Ella también está lista para protagonizar El último baile de Magic Mike con Channing Tatum a finales de este mes.
Hayek habló previamente sobre cómo Harvey Weinstein, quien afirma que la acosó sexualmente varias veces, también le dijo que «lo único que tenía a mi favor era mi atractivo sexual», escribió Hayek en un New York Times ensayo.
“El rango de sus tácticas de persuasión fue desde hablarme dulcemente hasta esa vez cuando, en un ataque de furia, dijo las palabras aterradoras: ‘Te mataré, no creas que no puedo’”, escribió Hayek. En el momento. “A sus ojos, yo no era un artista. Ni siquiera era una persona. Yo era una cosa: no un don nadie, sino un cuerpo”.