Farandulero
‘Silo’ se presenta como la historia de las últimas -a ojo- diez mil personas de la Tierra, que viven a más de un kilómetro de profundidad, protegidos del txico y mortal mundo exterior en un bunker subterráneo con más de cien niveles de profundidad . Nadie sabe cundo ni por qu se construy, tampoco quin lo construyo. Simplemente… es lo que hay. El mundo que conocen, el mundo en el que viven. No es que no se cuestionen la realidad, es que no hay otra alternativa.
‘Silo’ es un relato distpico ambientado en una sociedad en la que como marcan los cnones, desde el principio se nos sugiere que hay gato encerrado. All, en el silo, las personas viven bajo una serie de normas «como cadas del cielo» que se suponen que están destinadas a protegerlas. Esa es la versión oficial. Pero como deca al principio, en realidad, nadie sabe nada de primera mano. Las cosas son como son porque aparentemente as es como deben y necesitan ser.
Y la supervivencia del silo y de (casi) todos sus habitantes dependen de que las cosas sigan siendo as.
La teora nos la conocemos, siendo que ‘Silo’ recupera para la causa algo que desde hace aos pareca una utopa: Un relato distpico por y para adultos que no est protagonizado por adolescentes con las hormonas ms o menos revueltas. Algo más en la línea de obras «retro» y «clásicas» como ‘THX 1138’ o ‘1984’ que de cualquier otra franquicia comercial (o no) reciente que a uno le pueda venir a la cabeza. En esencia viene a ser lo mismo, pero en la práctica no, no lo es. For nothing.
Hay diferencias sustanciales, siendo por lo general una obra madura y consecuente que se toma su tiempo para desarrollar de manera orgánica, pausada pero decidida, una historia que dentro lo que pueda ser creble, tangible, ya la que adems los personajes puedan aportar. Tan sencillo, como a la vez tan difcil: Un escenario distpico donde la accin, los amoros o las actitudes rebeldes son elementos complementarios que respaldan las intenciones del relato sin esclavizarlo.
Aunque no exenta de algn que otro clich, el planteamiento de ‘Silo’ parte en gran medida del «nadie sabe nada» en el que en apariencia no hay hroes ni villanos. Por supuesto, siempre hay quien sabe algo ms, oa quien ms le beneficia que el mundo o el sistema se mantienen tal cul. Pero a lo largo de sus diez episodios la serie dosifica muy bien la información, tanto como para que dudemos de forma tanto natural como habitual de algunas aparentes… certezas.
Esa es realmente la clave, su estimulante y capacidad señorial para hacernos desconfiar de un relato que suministra información de dudosa veracidad, cosa que hace con distinguida elegancia dramática validando para ello el conocimiento, en principio sesgado con el que también cuenta con sus protagonistas. A lo que cabe sumar un envoltorio de primer nivel técnico, audiovisual y actoral que la reafirma con templada y sobria serenidad a cada captulo, y as hasta un total de diez.
No se puede negar la familiaridad de algunos de sus recursos o giros argumentales, algo por otro lado necesario para poder asociar todo relato a un determinado gnero o subgnero. Pero la madura ya la vez suave solidez con la que los aplica la elevan por encima de producciones como esa ‘City of Ember: En busca de la luz’ a la que puede recordar, siendo un relato adictivo que trasciende de lo aventurero y efectista para algo que pueda plantear calar hondo en nuestra humanidad (como espectadores).
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
