Farandulero
Tim Robbins condena enérgicamente a los teóricos de la conspiración que intentan vincular su drama político de 1992 Bob Roberts al intento de asesinato de Donald Trump.
Robbins escribió, dirigió y protagonizó la película, que narra el ascenso de un político conservador populista que se postula para un escaño en el Senado de los Estados Unidos en Pensilvania. En la película, el ficticio Roberts simula que un asesino le disparó y sobrevive para aumentar el apoyo público y ganar las elecciones. Algunos en X han sugerido que Trump también escenificó el intento de asesinato del sábado para aumentar sus cifras en las encuestas, al igual que en la película. Bob Roberts.
Robbins, un activista progresista de larga trayectoria y nada fanático de Trump, declaró en X: “A cualquiera que establezca un paralelo entre mi película Bob Roberts Y el intento de asesinato de Trump, seamos claros. Lo que ocurrió ayer fue un verdadero atentado contra la vida de un candidato presidencial. Aquellos que niegan que el intento de asesinato fue real están verdaderamente trastornados. Ayer dispararon a un ser humano. Otro fue asesinado. Puede que no sean seres humanos con los que estés de acuerdo políticamente, pero qué vergüenza, amigos. Dejen de lado su odio ciego hacia estas personas. Son compatriotas estadounidenses. Este odio colectivo está matando nuestras almas y consumiendo lo que queda de nuestra humanidad”.
El mensaje llegó horas antes de que el presidente Joe Biden pronunciara un discurso poco común desde la Oficina Oval, donde pidió unidad tras el tiroteo que resultó en la muerte de un asistente al mitin de Trump y del pistolero, que desde entonces ha sido identificado como Thomas Matthew Crooks.
“Aquí en Estados Unidos, todos deben ser tratados con dignidad y respeto, y el odio no debe tener refugio”, dijo Biden en el discurso. “Aquí en Estados Unidos, tenemos que salir de nuestros silos donde solo escuchamos a aquellos con quienes estamos de acuerdo, donde la desinformación es rampante, donde los actores extranjeros avivan las llamas de nuestra división para dar forma a los resultados consistentes con sus intereses, no los nuestros. … Nuestra unidad es el objetivo más elusivo en este momento. Nada es más importante para nosotros ahora que permanecer juntos; podemos hacerlo. Desde el principio, nuestros fundadores entendieron el poder de la pasión, por lo que crearon una democracia que dio a la razón y al equilibrio la oportunidad de prevalecer sobre la fuerza bruta. Ese es el Estados Unidos que debemos ser, una democracia estadounidense donde los argumentos se presenten de buena fe. Una democracia estadounidense donde se respete el estado de derecho. Una democracia estadounidense donde la decencia, la dignidad y el juego limpio no sean solo nociones pintorescas sino realidades vivas y palpitantes”.
