Tom Brady, el mariscal de campo de los Tampa Bay Buccaneers, se tomó un descanso esta semana de la temporada de la Liga Nacional de Fútbol para ver a su hijo, John Jack Edward, jugar en un partido de fútbol. Una fuente le ha dicho a la gente que Brady, de 45 años, fue a la ciudad de Nueva York el lunes por la tarde y animó a Jack mientras el equipo de 15 años estaba ganando mientras él estaba allí.
Según la fuente, él y un amigo suyo se mantenían apartados. Esta vez, no tenía a ninguno de sus otros hijos con él. Siempre tenía una expresión alegre en su rostro y animaba a Jack a hacer lo mejor que pudiera.
El día anterior, Brady y los Buccaneers derrotaron a los Saints en New Orleans, 20-10, pero no antes de que estallara una pelea entre los dos equipos durante el último cuarto, que resultó en al menos una suspensión para cada uno de ellos. Aunque Brady no estuvo asociado con el incidente, expresó su agravamiento durante el primer cuarto al arrojar y romper una tableta al margen. Brady no participó en la pelea.
Actualmente es la temporada 23 de la carrera de Tom Brady, y Tampa Bay ha comenzado el año con un récord de 2-0. En un mensaje de video publicado en Instagram después del partido, Brady expresó su satisfacción por la victoria del equipo, que elevó su récord a 2-0. Prepárate para la próxima semana. Parece que Green Bay se dirige a la ciudad, así que vámonos.
Una fuente informó a la revista People que Brady viajó a Nueva York a principios de este mes para ver uno de los entrenamientos de fútbol de Jack. Según ellos, Tom tenía una actitud positiva y hablaba con cada uno de los padres. Vino todo el camino en un avión para la práctica.
Con respecto a la relación de Brady con su hijo Jack, de quien comparte la custodia con su ex esposa Bridget Moynahan, la fuente comentó que Brady es «un padre tan dulce» y que «siempre está ahí» para Jack.
Durante esa visita en particular, Brady también trajo consigo a sus hijos, Benjamin Rein, de 12 años, y Vivian Lake, de 9, a quienes tiene con su esposa, Gisele Bündchen.