La mala suerte persigue a la familia real británica. Carlos III se retiró a su finca de Sandringhan, su favorita, nada más comenzar el tratamiento contra el cáncer.
Allí iba a descansar, lejos del bullicio de Londres, a donde solo ha vuelto para trámites de su gobierno y de sus asuntos médicos.
Pero el periódico The Sun ha publicado que unos vándalos han…