Según un artículo publicado por Harvard Health, la mayor parte de la evidencia muestra que altas dosis de vitamina C acortarán, como máximo, un día un resfriado.
Pero parece haber consenso entre nuestros expertos en que la vitamina C puede ayudar al sistema inmunológico. Daya señala que, si bien no se sabe del todo cómo la vitamina C logra esto, «los estudios indican que complementar la vitamina C puede reducir la incidencia de resfriados».
Por otro lado, los niveles más bajos de vitamina C «pueden comprometer el sistema inmunológico, exponiéndolo a un mayor riesgo de enfermedades, infecciones y virus durante el invierno», agrega. Juan Burkemédico con más de 25 años de experiencia y director médico de AXA Health.
¿Cuáles son 7 señales de que quizás quieras aumentar tu consumo de vitamina C?
Lo primero es lo primero. Es muy poco probable que en realidad estés deficiente en vitamina C, ya que tenemos acceso a muchas frutas y verduras frescas (sin embargo, los fumadores deben tener en cuenta que fumar cigarrillos reduce la absorción de vitamina C).
Sin embargo, existen señales reveladoras de que sus reservas pueden estar agotándose y de que es posible que no esté tomando su suplemento de vitamina C correctamente.
1. De repente te estás resfriando
«Cada etapa de nuestra respuesta inmune depende de la presencia de diferentes micronutrientes, que son críticos para su función, como vitamina C, vitamina D, zinc, selenio, vitamina A, hierro y diferentes aminoácidos», dice Stephenson.
Los estudios demuestran que la vitamina C, en particular, se encuentra en niveles altos dentro de muchas células inmunitarias para ayudar al cuerpo a combatir las infecciones.
2. Tu piel está seca y áspera
«La piel es el órgano más grande y puede decir mucho sobre tu salud», señala Daya. “Muchos de los nutrientes que se encuentran en el cuidado de la piel, incluida la vitamina C, deben provenir del cuerpo para marcar una diferencia real en la piel.
«El aumento de la ingesta dietética de vitamina C se ha correlacionado con un menor riesgo de piel seca”, continúa. «Los estudios indican que la vitamina C mejora la producción de lípidos de barrera, llamados ceramidas, que protegen la piel contra la pérdida de agua».
Dado que la vitamina C también desempeña un papel en la producción de colágeno, una proteína responsable de fortalecer la estructura de la piel y mantenerla tersa, se deduce que cuando los niveles de vitamina C son bajos, la piel puede volverse seca, arrugada y áspera al tacto.
3. A menudo estás cansado y de mal humor
«La vitamina C es necesaria para la fabricación de norepinefrina, un neurotransmisor que afecta nuestro estado de ánimo y nuestra capacidad para sentirnos con energía», dice Daya.
4. Tienes poco hierro
La anemia por deficiencia de hierro y la vitamina C suelen ir de la mano. «El hierro participa en la formación de glóbulos rojos y es necesario para transportar oxígeno por todo el cuerpo, lo que lo convierte en un mineral esencial para la energía, la inmunidad, la función cognitiva y el embarazo», dice Stephenson.