Las redes sociales nos han animado a una sociedad adanista, en la que nos creemos estar inventando la rueda en cada minuto por el mero hecho de experimentar cualquier situación insignificante.
Todos tenemos una cámara lista para grabar, todos queremos tener muchos likes, todos necesitamos vendernos todo el rato para no defraudar las expectativas de cómo nos dicen que es…