Pixar ha puesto el listn tan alto que una pelcula como ‘Elemental’ puede parecer que no tiene el mismo encanto que los grandes clásicos de su poca (ms) dorada. Aunque a decir verdad es posible que, al igual que el ao pasado a’Año luz‘, s le falte ese encanto por otro lado irrecuperable de cuando con cada película parecan sorprendernos como si fuera la primera vez. Ese encanto amenazado por la experiencia de no ser ni la primera ni la segunda vez, tampoco la tercera, la cuarta, la sptima o la novena. Ese encanto amenazado por la máxima exigencia y la obligación de un triunfo indiscutible.
Ya van tantas veces que aquella capacidad de sorpresa se resume en lo que esperamos ver, siendo que lo notable pero esperado no puede parecer tan notable. El clásico «no es para tanto» que ya de por s le pas factura en 2015 a la anterior pelcula de Peter Sohn, la estupenda’El viaje de Arlo‘ estrenada tan solo unos pocos meses después de la an mas estupenda ‘Del revés (Inside Out)‘. Ahora, ocho años, una pandemia y tres lanzamientos directos en Disney+ después, crece la molesta e injusta sensación de ver a Pixar jugando atenazado ya la defensiva en campo contrario y priorizando el juego rápido al depurado.
Un estilo más sencillo y directo, por decirlo de alguna manera, que deja algo más expuestas las costuras de un plan maestro que por otro lado, ya nos conocemos. A esto venimos, a ver una de Pixar. Has llorado?, me pregunte mi chica al cruzar por la puerta de casa. La duda ofende… aunque por poder, de no ser por su exquisita caligrafía audiovisual y su continuo subrayado dramático, la sensación es que no podrá ser una película de Pixar. Porque, al estar resuelta con su brillantez matemtica habitual, lo que en un momento dado nos pudo parecer magia ahora se presenta como simple y mera ciencia.
Esa ciencia que todo lo desvirtua.
Que da respuestas simples a preguntas complejas y reduce todo a fórmulas que poder aplicar como autmatas. Que tiende a convertir la mayor parte del cine de animación en hijos de un mismo Dios, diferenciados, a menudo, tan solo por una apariencia más o menos llamativa. La de ‘Elemental’ es, por descontado, realmente brillante, siendo, a nivel formal, uno de los filmes técnicamente más impresionantes de una compañía que aunque no lo parezca, evoluciona; al menos, en lo técnico. Pero aunque su técnica lo sea, no resulta tan llamativa o novedosa como por ejemplo, la de ‘Spider-Man: Cruzando el multiverso‘.
O como la de’El gato con botas: El ultimo deseo‘.
Quiz sea que sus inquietudes (melo)dramticas, unido a un cariz ms adulto que infantil ya un guin al que le faltaba una ltima revisin, lastren lo que se siente como una pelcula ms que un pasatiempo. Una película notable, aunque dentro de su espectro no tan directa, simple o eficaz como otras que ni se complican tanto la vida ni invierten tanto dinero en (no) hacerlo. Una película notable, pero no tan contundente, sorpresiva o novedosa como las que la precedieron tras el logo de Pixar, aun siendo y suponiendo, también, como película, pasatiempo y comedia romántica, una evolución -que no una revolución-.
Sobre el papel y en nuestra cabeza ‘Elemental’ es una pelicula (casi) redonda, como ya lo eran’Adelante‘, ‘historia del juguete 4‘o’Año luz‘. Pero a pesar de sus bondades, detalles, perfección aparente y estar a un nivel con el que buena parte de la competencia sólo podrá volar en caso de hacerlo, no se acaba de sentir, o más bien, de disfrutar como si lo fuera. No s si por desgaste, costumbre o una expectativa inalcanzable. Pero es una nueva película notable de Pixar, y de Peter Sohn que no parece sorprender ni enamorar como hubiera hecho en otros tiempos en los que presentándose tal cual, hubiera podido resultar diferencial.
Aunque a decir verdad lo haga. Y lo mar. Aunque, tal vez, de la misma manera que un futbolista veterano de 35 años respecto a cmo lo haca cuando con 25 era un novato.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex