La senadora Gillibrand, que lleva muchos años luchando para aprobar la licencia remunerada, habló de la importancia de la acción colectiva y de la petición: “En Washington nunca se hace nada, a menos que la gente común se ponga de pie y lo exija”.
Y la representante Pressley hizo que la sala se quedara en silencio mientras compartía sus propias experiencias de cuidar a su madre durante una batalla contra la leucemia y por qué quiere garantizar que todos los trabajadores tengan acceso a licencia paga.
El senador Wyden se hizo eco de la urgencia y afirmó: “Las licencias pagadas no deberían considerarse un lujo en Estados Unidos. Deberían ser vistas como algo esencial para las familias trabajadoras y para impulsar nuestra productividad económica. Mientras sea presidente del Comité de Finanzas del Senado, este será nuestro norte, nuestro objetivo principal”.
Tras la monumental presentación de la petición, una verdad quedó clara: la lucha por la licencia remunerada está lejos de haber terminado. “No se trata de un asunto de partidos demócratas o republicanos, urbanos o rurales”, dijo Clarke, líder de la Cámara de Representantes. “Se trata de todas las familias de todos los estados, de todos los códigos postales de nuestro país”.
La manifestación en el Capitolio fue seguida por una celebración vespertina en el Union Market de Washington, DC, organizada por Glamour y licencia paga para todos, y con el apoyo de la marca de fórmula Bobbie. Miles de mamás de la marca Bobbie firmaron el acuerdo. Glamour y la petición de Licencia Pagada para Todos para aprobar la licencia paga, y Bobbie también ha hecho de la defensa de la licencia médica y familiar paga una misión clave propia.