MADRID, 20 May. (CHANCE) –
Los últimos días están siendo una vorágine en la vida de la marquesa de Griñón debido al inesperado cambio con su vestido de novia. A su prometido se le ha podido ver defendiéndola por lo buena persona que es, negando que sea una clienta exigente como se le ha llegado a criticar recientemente. Pero hoy es un día para dejar de lado los problemas y centrarse en algo muy especial: la boda de unos grandes amigos.
Isabel Preysler acudía a la…