Lo que parecía un matrimonio sólido y estable dados los años que llevaban juntos acabó por estallar el pasado mes de mayo. Y desde entonces los titulares que lo monitorean siempre van acompañados de una cifra: la que una de las partes está dispuesta a pagar, la que la otra quiere recibir, la que dicta el juez, la que se vuelve a reclamar…
En nombre de sus tres…