Linda Evangelista dice que dejó de comer en un momento mientras lidiaba con su hiperplasia adiposa paradójica después de un procedimiento CoolSculpting que dejó varias áreas de su cara y cuerpo con tejido adiposo protuberante.
La legendaria modelo, que habló públicamente por primera vez en septiembre de 2021 sobre cómo la rara complicación posterior al procedimiento había afectado su salud mental y su capacidad para trabajar, recientemente compartió más detalles sobre su experiencia con el tratamiento cosmético para moda británica por su artículo de portada de septiembre.
Mientras describía la terrible experiencia, por la cual presentó y desde entonces resolvió una demanda con la empresa CoolSculpting Zeltiq, la modelo reveló que más allá de intentar corregir lo que sucedió con la liposucción, en un momento incluso redujo su dieta a agua con la esperanza de poder deshacerse de los bultos duros y grasosos.
“Tengo incisiones por todo el cuerpo. Tuve puntos de sutura, usé prendas de compresión debajo de la barbilla, tuve todo el cuerpo ceñido durante ocho semanas, nada ayudó”, dice. “Estaba tan avergonzado, acababa de gastar todo este dinero y la única manera que se me ocurrió para solucionarlo era cero calorías, así que solo bebí agua. O a veces comería una rama de apio o una manzana”.
“Me estaba volviendo loca”, agrega, y señala que el impacto en la salud mental se hizo visible para su propio hijo adolescente, Augustin James Evangelista, quien tuvo a Evangelista con el presidente y director ejecutivo de Kering, François-Henri Pinault.
La modelo dice que después del procedimiento, solo salió de su casa, completamente cubierta con ropa, para llevar a su hijo, que ahora tiene 15 años, a un partido de fútbol. Pero como ella estaba escondiendo su cuerpo del público, también se estaba escondiendo de él, dice.
“Lo que realmente me apuñaló en el corazón fue cuando me dijo: ‘¿Recuerdas cuando solías ser tan divertido? ¿Recuerdas cuando solías reírte todo el tiempo?’”, dice Evangelista, recordando un momento que se le quedó grabado. “Fue un comentario tan inocente. Eso fue mucho para manejar”.
Eventualmente se abrió a él y notó que él comenzó a preguntarle por qué ella, a diferencia de sus amigos, no estaba trabajando. La modelo dice que ella le dijo que una demanda revelaría públicamente lo que le había sucedido y que él “podría escuchar cosas y avergonzarse”.
“Era todo lo comprensivo que puede ser un niño de 13 años”, recuerda. “Él dijo: ‘¿Por qué estaría avergonzado? Estoy triste por ti. No estoy avergonzado. Luego me dijo: ‘Te voy a cuidar, no te preocupes’”.
“¿Qué padre quiere ser una carga para su hijo?” continúa diciéndole a la revista, llorando y luego riendo exasperada. “Entonces, como pueden ver, contar mi historia me hizo mucho bien”.
Durante la entrevista, Evangelista dice que extraña el trabajo y, a pesar de estar en la portada de la revista de moda, además de hacer una campaña de Fendi, en última instancia, se resiste a llamar a algo de eso un regreso.
“No me vas a ver en traje de baño, eso es seguro”, dice ella. “Va a ser difícil encontrar trabajos con cosas que sobresalgan de mí; sin retocar, apretar cosas, pegar cosas, comprimir o engañar”.